"esto, nuestra juventud, nuestro (des)amor, las historias que nunca sucedieron... no durarán para siempre. Fellini lo sabía, Björk lo sabe y hoy, yo también lo creo. Esto se ha convertido en un cementerio, en un lugar donde torturar un cuerpo lleno de cicatrices que nunca se cerraron del todo.

Nietzsche hubiera pedido dar muerte a este cajón de_sastre, este espacio compartido entre la hiperactividad y la melancolía. Amén."

A Vicente Solbes no le gustan las despedidas, nunca se le dieron bien y se niega a acostumbrarse.